BIENVENIDO A NUESTRO OLIVAR

MAS DEL PUCH

Estamos ubicados a las afueras de Valderrobres, en la hermosa comarca de Matarraña, en Aragón, España. La finca se extiende sobre 7 hectáreas, de las cuales 3ha son bosques y 4ha son terrazas cultivadas, a 550 m de altitud.

Tenemos 200 olivos en producción, la mayoría centenarios. La cosecha puede variar mucho y no todos los árboles producen todos los años, ya que son de secano (sin riego).

¿QUÉ HACE QUE NUESTRO OLIVAR SEA TAN ESPECIAL?

UNA COBERTURA VEGETAL PERMANENTE

A diferencia de la gran mayoría de olivareros en España, no cultivamos la tierra. En su lugar, hemos dedicado los últimos 3 años a restaurar una cubierta vegetal diversa y permanente, que siempre está repleta de actividad. Aquí están los beneficios:

Restaura el hábitat de miles de insectos, invertebrados y otros pequeños animales silvestres.
Proporciona una importante fuente de alimento para aves, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos.
Restaura la microbiología del suelo y la red de micelio, lo que hace que los árboles sean más saludables.
Construye valiosa capa arable y previene la erosión del suelo.
Evita la evaporación innecesaria del agua en verano y actúa como esponja en invierno, almacenando las pluviales.
Convierte la tierra de un emisor de carbono a un sumidero de carbono.

PROTECCIÓN DE LAS PLANTAS AUTÓCTONAS

La cuenca mediterránea alberga más de 25,000 especies de plantas, 13,000 de las cuales son endémicas. 10% de todas las especies de plantas conocidas en la Tierra se pueden encontrar aquí.

El bioma Mediterráneo es uno de los más amenazados y vulnerables del planeta. Ha sufrido una tremenda degradación y pérdida de hábitat debido a la actividad humana, a través de la tala, el pastoreo excesivo, la conversión a la agricultura y la introducción de especies exóticas/invasoras. Hoy solo queda el 4,7% de la vegetación primaria.

Restaurar el hábitat de las plantas autóctonas es vital para preservar la biodiversidad y nos hemos asegurado de darles a esas plantas un hogar permanente en nuestro olivar.

PRESERVACIÓN DEL HÁBITAT

Cada temporada, dejamos intacto al menos el 30% de la cubierta vegetal, ya que proporciona un hábitat para los insectos que pasan el invierno, incluidas las abejas nativas, las mariposas y otros insectos benéficos.

Muchos de los insectos pasan el invierno de una forma u otra en tallos de plantas muertas u otras partes de plantas, escondidos debajo de la hojarasca u otros desechos de plantas, protegidos del frío, los vientos secos y los depredadores. Las semillas en las cabezas de flores secas también brindan un banquete a las aves hambrientas durante los meses de clima frío.

TRITURADO

La quema de ramas de olivo durante la temporada de poda es una práctica agrícola común y una de las fuentes más grande de contaminación en el Mediterráneo. En cambio, trituramos todas las ramas y las aplicamos como mantillo alrededor de los olivos. Esto ayuda a retener la humedad en el suelo, promueve el micelio y proporciona nutrientes a los árboles.

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